El cuento es una forma de narración que combina hechos reales e imaginarios. La narración de mitos, leyendas y hazañas dio origen al cuento, el cual se convirtió en las más sugestivas, fantásticas y encantadoras actividades para formar la mente e imaginación de los niños.
CLASIFICACIÓN DE LOS CUENTOS
Los cuentos los podemos clasificar en:
Cuentos de hadas. Son aquellos en los cuales se narran hechos maravillosos y se incluyen personajes de ensueño creados por la fantasía del autor. Se llaman, en sentido general, “cuentos de hadas”, aun cuando no aparezcan en ellos estos fabulosos personajes. Ejemplos: “El gato con botas”, “La cenicienta”, “Guillever en el país de los gigantes”, etc.
Cuentos de humorismo. Son aquellos en los cuales aparecen personajes que hacen gala de una ingenuidad que raya la torpeza, lo cual satisface el sentido del humor en los niños. Ejemplos: “Los cuentos del Gordo y el Flaco”, “Los de Juan Bobo”, “Fritzs y Franz”, etc.
Cuentos realistas. Son aquellos en donde predomina el mundo real en que vive el niño: juegos, animales, escuela, hogar, naturaleza. Los mejores cuentos de esta índole son los que producen los mismos niños, o bien lo que el maestro inventa para aludir a situaciones reales de los alumnos.
Cuentos heroicos. A través de ellos se exaltan valores y virtudes, unas veces como motivación para estudios históricos serios; otras, para resaltar el valor de la amistad, el desinterés, el trabajo y la justicia, atribuidos a personajes imaginarios que permitan a los niños identificarse con ellos.
LA FUNCIÓN DEL CUENTO EN EDUCACIÓN PRIMARIA
Como decíamos anteriormente, se pretende un acercamiento del alumnado hacia el cuento y su participación e integración. Ante todo, el niño o la niña tiene que sentir el cuento y actuar, es decir, ser dinámico y dejarse llevar por el mundo de la fantasía.
Opción b El cuento tiene una utilidad primordial. Sirve para ayudar en el desarrollo intelectual, mejorar la atención y la memoria, incrementar la creatividad y la fantasía, comprender mejor el mundo que rodea al niño, formarlo estéticamente, divertirlo, crear hábitos lectores y mejorar la comunicación como también asimilar nuevos valores. Además de todo ello nos culturiza y nos civiliza, o sea, nos hace más personas.
En el cuento debe haber una trama con un final feliz ya que, si no es así, cuando el alumnado es muy pequeño puede sufrir en lugar de divertirse con el cuento. Además, debe estar bien cohesionado y debe tener coherencia. Los valores tienen que estar bien definidos y acompañados de sus respectivas consecuencias.